Una vez más, los rebeldes hutíes lanzaron un ataque contra Arabia Saudita, apuntando a su instalación petrolera en el Golfo Pérsico. Utilizaron seis drones para lanzar bombas, intensificando la ofensiva contra las instalaciones de energía y seguridad de Arabia Saudita.

El ataque provocó un incendio, pero afortunadamente fue extinguido sin causar daños a los suministros y derivados del petróleo.

Tampoco hubo víctimas.

En realidad, estos ataques rara vez cobran vidas o causan daños importantes, pero su frecuencia ha aumentado en los últimos meses, lo que ha generado preocupación en el Golfo Pérsico.

El portavoz de las Fuerzas Armadas Hutíes, Yahya Saree, dijo que mientras haya "agresión y bloqueo", los ataques continuarán. También instó a los civiles a mantenerse alejados de posibles objetivos y objetivos militares.

Luego, varias horas después, surgió la noticia de que los drones también atacaron la base aérea King Khalid, que se encuentra en la región sur de Khamis Mushait.

Las tensiones aumentan mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, e Irán discuten sobre cómo revivir el acuerdo de 2015 destinado a reducir el programa nuclear de la República Islámica. Biden también se comprometió a poner fin al conflicto en Yemen, que según la ONU ha causado la peor crisis humanitaria del mundo.

En febrero, el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, clasificó a los hutíes como una organización terrorista después de una serie de ataques a petroleros en el Mar Rojo. Pero Biden retiró esto y dijo que obstaculizaba los esfuerzos de los trabajadores humanitarios para proporcionar comida y refugio a los yemeníes que viven bajo el control de los hutíes.

Estados Unidos también puso fin a su apoyo a las operaciones ofensivas de Arabia Saudita en Yemen el mes pasado y nombró al ex alto funcionario del Departamento de Estado Tim Lenderking como líder de los esfuerzos de mantenimiento de la paz.

Los hutíes han estado luchando contra el gobierno yemení reconocido por la ONU desde 2014 y se han apoderado de Sanaa y partes del país.

Las disputas se han intensificado a medida que Estados Unidos intensifica los esfuerzos diplomáticos para poner fin a las hostilidades. Pero los insurgentes buscan apoderarse de la ciudad estratégica de Marib, una región productora de petróleo y un bastión del gobierno. Hasta la fecha, la batalla se ha extendido a otras áreas, incluidas Taiz y Hajja.

Los hutíes dijeron que antes de aceptar cualquier alto el fuego, quieren que terminen los ataques aéreos liderados por Arabia Saudita y que se levanten los bloqueos impuestos en partes de Yemen.